sábado, 14 de mayo de 2011

TEATRO ESPAÑOL EN EL RENACIMIENTO

2. – Teatro español en el Renacimiento.En la segunda mitad del siglo XV nacerán tres de los más importantes dramaturgos del Renacimiento. No puede ser casual que todos ellos sean, además, músicos, puesto que las representaciones teatrales siempre han contando con algún tipo de ingrediente musical y también de danzas y bailes. Los tres escribirán la mayoría de su producción teatral para la corte. En el caso de Lucas Fernández para la corte de los Reyes Católicos; en el de Juan del Encina para los Papas Alejandro VI y Julio II. Gil Vicente, por su parte, escribió para los reyes portugueses coetáneos, pues él mismo era de esa nación, a pesar de lo cual algunas de sus obras están escritas en castellano. Creo que conviene, llegados a este punto, destacar que en los últimos años éste autor está siendo representado en las carteleras de nuestro país con más que notable éxito.


Juan del Encina (1468 – c. 1530), de origen humilde, estuvo siempre a la caza de prestigio social y persiguió diferentes beneficios papales y ducales (empezó trabajando para el duque de Alba). Sin embargo, muestra de igual modo la absorción de las inquietudes humanísticas que en ese momento se desarrollaban tanto en Roma, donde vivió no pocos años, como en Salamanca, donde estudió y dio sus primeros pasos como escritor y músico. De este autor conviene señalar que no sólo obtuvo un indudable éxito allí donde trabajó, sino que, en lo que es un caso más bien insólito –aunque no el único, claro está-, prácticamente no escribió una sola obra literaria en los últimos veinticinco años de su vida.


Su producción dramática consta de catorce piezas teatrales, llamadas églogas por su autor, están compuestas entre 1492 y 1513, y se destinan a un público cortesano. Lo que es innegable es que en todas ellas hay un importante componente musical, lo que se aprecia en los intermedios musicales, la inclusión de bailes y danzas de lo más variado. De todas formas, justo es decir que hoy en día, en realidad, del Encina es mucho más apreciado por sus muchos poemas líricos que por su producción dramática, lo que no quiere decir, evidentemente, que ésta última no sea valiosa. La primera edición de estas composiciones teatrales aparece en Salamanca bajo el título de Cancionero de la obras de Juan del Enzina (1496).

Nació también en Salamanca Lucas Fernández (1474 – 1512) y sus obras no sólo se representaron en palacios y cortes varias sino también en algunas catedrales. Sus obras fueron publicadas en 1512 y en él aparecen por primera vez las expresiones “farsa o comedia”, que son la que emplearán los dramaturgos posteriores. Así como es perceptible la influencia en este autor de Juan del Encina, también lo es la de Lucas Fernández en Gil Vicente (c. 1470 – c.1536). Como ya antes habíamos avanzado, se trata de un autor bilingüe que, por una parte presenta a portugueses y castellanos hablando cada uno en su lengua, pero por otra, ese bilingüismo obedece igualmente al ambiente de la corte portuguesa, donde se hablaban las dos lenguas correctamente y donde, por si fuera poco, las esposas de los reyes Manuel I y Juan III eran castellanas.


Otro autor importante del siglo XVI serían Bartolomé de Torres Naharro, que probablemente estudió en Salamanca – hay que tener en cuenta que esta ciudad era un centro cultural de primer orden en toda Europa- y parte de cuya vida transcurrió en Italia (que no se constituye como país hasta cuatro siglos después), parte de la cual perteneció durante varios siglos a la corona española. Su obra se compone de ocho comedias, seis de las cuales reunió en un solo volumen bajo el título de Propalladia (1517). El autor las clasifica en dos grupos: comedias a noticia, sacadas de “cosa nota y vista en realidad”, como Soldadesca y Tinellaria, y comedias a fantasía, inspiradas en “cosa fantástica o fingida que tenga color de verdad aunque no o sea”.


Quizás el dramaturgo más popular de mediados de siglo sea Lope de Rueda, autor, empresario teatral y actor. Recorrió con su compañía muchas ciudades y pueblos y alcanzó una gran celebridad. Es conocido por sus comedias y sobre todo por unas piezas breves llamadas pasos, un conjunto de piezas en prosa, de carácter cómico y realista, que se representaban de manera aislada o en los entreactos de las comedias. En esos pasos se halla el origen de los entremeses, un género de enorme éxito en el siglo XVII con Cervantes y Quiñones de Benavente.


Aparte de poder leer las obras de los autores mencionados en "cervantes virtual", el ambicioso proyecto de poner a disposición del público e corpus de toda la literatura española creada en los mil años que ésta tiene, son muy aconsejables varias de las páginas de Parnaseo, creada por la Universidad de Valencia y, dentro de la cual, se pueden consultar tanto un gran abanico de fuentes iconográficas sobre el teatro español a lo largo de su historia como un apabullante colección de textos de la Edad Media y el Renacimiento, muchos de los cuales, por si fuera poco, están disponibles en facsímil.

5 comentarios:

  1. muy buena informacion me ayudo en la tarea muchas gracias

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  2. Florencia subi la nota

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  3. ESTUVO BUENA PERO NO PARA EXAGERAR OK POR Q AMI NO MEV SIRVIO DE NADA

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  4. seguís vivo? me preocupas. no actualizas tu blog desde 2012.

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