viernes, 23 de marzo de 2012

SOBRE TEATRO DEL SIGLO DE ORO (I)

SOBRE TEATRO DEL SIGLO DE ORO(I)

1.- Bances Candamo define el subgénero “comedia de capa y espada”.

(Comedia de capa y espada) “son aquellas cuyos personajes son sólo Caballeros y particulares, como Don Juan, y Don Diego, etcétera, y los lances se reducen a duelos, a celos, a esconderse el galán, a taparse la Dama, y, en fin a aquellos sucesos más caseros de un galanteo”.
“Estas de capa y espadas han caído ya de estimación, porque pocos lances puede ofrecer la limitada materia de un galanteo particular que no se parezcan a otros, y sólo Don Pedro calderón lo supo estrechar de modo que tuviesen viveza y gracia, suspensión en enlazarlos, y travesura gustosa en deshacerlos.”

Francisco Bances Candamo, Theatro de los Theatros (1689-1690).


2.- Suárez de Figueroa describe irónicamente el programa de una comedia.

Sacaré al tablado una dama y un galán, éste con su lacayo gracioso y aquélla con su criada, que le sirva de requiebro. No me podrá faltar un amigo del enamorado, que tenga una hermana, con que dar celos en ocasión de riñas. Haré que venga un soldado de Italia y se enamore de la señora que hace el primer papel. Por dar picón al querido, favorecerá en público al recién llegado. En viéndolo, vomitará bravuras el celoso. Andarán las quejas con el amigo, y pondréle en punto de perder el seso, y aun quizá le remataré del todo, de forma que diga sentencias amorosas a propósito; y aquí por ningún caso se podrá excusar un desafío. Al sacar las espadas, los meterán en paz los que los van siguiendo, avisados del lacayo que se deshará con muestras de valentías cobardes. El padre del ofendido hará diligencias por divertirle de aquella afición; que aunque muy honrada, ha de ser pobre la querida. Para esto tratará de casarle con la hermana del amigo, y efectuaráse el desposorio sin comunicarle con las partes; no más que dando noticia con algunas vislumbres, bastantes para que lo lleguen a saber los interesados. En tiempo de tantas veras, quitaránse los amantes las máscaras, y descubriráse ser fingido el favor hecho al forastero. Así, cuando entienden los padres tener ya conclusión el matrimonio, remanecerán casados los que riñeron. El padre tomará el cielo con las manos; mas, al fin, se aplacará con ruegos de los circunstantes. Convendrá, pues, ahora consolar a los que intervinieron en la representación desta manera: descubriráse ser el soldado hermano del novio que desde muy pequeño se fue a la guerra. Arañes grandes alegrías, y éste se juntará en matrimonio con la hermana del amigo, digamos, con la que ha de ser repudiada. Inhumanidad sería de estos, gozosos por tales acontecimientos, carecieren de una hermana con quien poder acomodar ala amigo. Pues el gracioso y la criada de suyo se están casados. Con esto acabará la comedia.

Cristóbal Suárez de Figueroa, El Pasajero, (1617)


3. – Calderón del Barca riéndose de las convenciones del género y de sí mismo.

Pensarán que está acabada
La comedia con casarse
Los galanes y las damas;
Pues escuchen vuesarcedes,
Que otro pedacito falta.

(Los empeños de un acaso)

¿Es comedia de Don Pedro
Calderón, donde ha de haber
Por fuerza amante escondido,
O rebozada mujer?

(No hay burlas con el amor)

4.- La opinión de un discípulo de Lope:

La comedia es una traza
Que, desde que se comienza
Hasta el fin, todo es amores,
Todo gusto, todo fiestas.

Carlos Boli, Romance a un licenciado que deseaba hacer comedias



5. – Tipos de compañías y actores.

SOLANO: - Pues sabed que hay ocho maneras de compañías y representantes, y todas diferentes.
RAMÍREZ: - Para mí es tanta novedad ésa como esotra.
ROJAS: Por vida de Solano que nos las digáis.
SOLANO: - Habéis de saber que hay bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga, farándula y compañía. El bululú es un representante solo que camina a pie y pasa su camino y entra en el pueblo, habla al cura y dícele que sabe una comedia y alguna loa, que junte al barbero y sacristán y se la dirá porque le den alguna cosa para pasar adelante. (…)
Ñaque es dos hombres (….): éstos hacen un entremés, algún poco de un auto, dicen unas otavas, dos o tres loas, llevan una barba de zamarro, tocan el tamborino y cobran a ochavo y en esotros reinos a dinerillo (…), viven contentos, duermen vestidos, caminan desnudos, comen hambrientos y espúlganse le verano entre los trigos y en el invierno no sienten con el frío los piojos.
Gangarilla es compañía más gruesa: ya van aquí tres o cuatro hombres, uno que sabe tocar una locura; llevan un muchacho que hace la dama, hacen el auto de La oveja perdida, tienen barba y caballera, buscan saya y toca prestada(…), hacen dos entremeses de bobo, cobran a cuarto, pedazo de pan, huevo y sardina y todo género de zarandaja(…); éstos comen asado, duermen en el suelo, beben su trago de vino, caminan a menudo, representan en cualquier cortijo y traen siempre los brazos cruzados. (…)

Cambaleo es una mujer que canta y cinco hombres que lloran; éstos traen una comedia, dos autos, tres o cuatro entremeses, un lío de ropa que le puede llevar un araña (…) están en los lugares cuatro o seis días, alquilan para la mujer una cama, y el que tiene amistad con la huéspeda dale un costal de paja, una manta y duerme en la cocina y en el invierno el pajar es su habitación eterna.
Compañía de garnacha son cinco o seis hombres, una mujer que hace la dama primera y un muchacho la segunda; llevan un arca con dos sayos, una ropa, tres pellicos, barbas y cabelleras y algún vestido de la mujer, de tiritaña. (…)
En la bojiganga van dos mujeres y un muchacho, seis o siete compañeros, y aun suelen ganar muy buenos disgustos, porque nunca falta un hombre necio, un bravo, un mal sufrido, un porfiado, un tierno, un celoso ni un enamorado; y habiendo cualquiera déstos, no pueden andar seguros, vivir contentos ni aun tener muchos ducados.
Farándula es víspera de compañía: traen tres mujeres, ocho y diez comedias, dos arcas de hato; caminan en mulos de arrieros y otras veces en carros, entran en buenos pueblos, comen apartados, tienen buenos vestidos, hacen fiestas de Corpus a doscientos ducados, viven contentos. (…)
En las compañías hay todo género de gusarapas y baratijas: entrevan cualquier costura, saben de mucha cortesía; hay gente muy discreta. Hombres muy estimados, personas bien nacidas y aun mujeres muy honradas. (…).

Agustín de Rojas Villandrando, El viaje entretenido (1624)








6. – La opinión de una extranjera.

En otro tiempo las personas virtuosas no se podían resolver a ir ala teatro, porque no se veían allí más que acciones contrarias a la modestia y se escuchaban palabras que ofendían la libertad. Los actores avergonzaban a las gentes de bien, halagaban el vicio y condenaban la virtud. Los combates ensangrentaban la escena; el más débil era siempre oprimido por el más fuerte, y el uso autorizaba el crimen. Pero desde que Lope de Vega ha trabajado con éxito en reformar el teatro español, ya no pasa nada en él contrario a las buenas costumbres; y el confidente, el criado y el campesino conservan su sencillez natural y la hacen agradable pro su alegre ingenuidad; encontrando el secreto de curar a nuestros príncipes y aun a nuestros reyes de la enfermedad de no entender las verdades o los defectos que pueden formar parte de ellas. Él es quien prescribe reglas a esos alumnos y el que les enseña a hacer comedias en tres jornadas, que quiere decir en tres actos. Hemos visto después brillar a los Montalbanes, Mendozas, Rojas, Alarcones, Vélez, Mira de Amescua, Coellos, Villaizanes. Pero, al fin, don Pedro calderón excedió en lo serio y en lo cómico y sobresalió de todos los que le habían precedido.
No pude evitar el decirle que había visto en Vitoria una comedia que me había parecido bastante mela, y que si me hubiera permitido exponer mi juicio, no hubiera querido el que la mezclasen con tragedias santas, que poden ser tratadas con respeto, y que, con relación al asunto, deben de ser tratado dignamente, y no con bufonadas inútiles y necias.

Marie Catherine le Jumel de Barneville, Relation du voyage d´Espagne, París, 1691


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